STELLA MARIS
De la mar a la mesa...
Stella Maris no sólo está presente con los marinos de los grandes buques de los puertos, la tarea pastoral de la gente de mar abarca también el sector pesquero. Es decir, sigue la estela que marca la trazabilidad del pescado desde el mar a la mesa, desde la faena en baja o alta mar hasta la convivencia cotidiana en las casas de los barrios de pescadores.
Somos testigos de cómo el sudor de la pesca se confunde con el salitre del mar que lo impregna todo. Intentamos estar al lado del esfuerzo cotidiano de tanta gente, cada vez menos, que procura una buena pesca para el alimento de todos. Corroboramos que es un duro trabajo que subsiste a merced de temporales y en contra de circunstancias económicas que amenazan sus condiciones laborales.
Alguna vez charlamos, menos de lo que quisiéramos, José, un pescador del Grau de Castelló y yo. Muchas parroquias de mar tenemos la suerte de estar cercanos ya que los amarres y las lonjas no suelen estar lejos de las iglesias. Como digo, José, entre jornada y jornada de mar, se sienta a la mesa y charlamos un buen rato. Nos conocemos de hace tiempo, la familia está vinculada a la parroquia por el Grupo Scout al que pertenecen sus hijas.
Me cuenta los proyectos que llevan entre manos y me llama la atención una afirmación: el pescador de arrastre, aunque tiene mala fama, goza de ser un poco como el agricultor y un poco como el cazador. Labra el mar, lo cuida (de hecho, sacan toneladas de basura cada año con las barcas) y persigue las especies de pescado allá donde se esconden porque, por la experiencia, sabe encontrarlas. Cada mar tiene sus secretos y modela la cultura marinera en cada uno de nuestros tres mares.
El marinero me dice: “Tenemos suerte de tener una costa privilegiada para la cría de peces”, y añade “pero una vez el género entra en la lonja, se nos escapa de las manos, el beneficio más grande se lo llevan otros”. Y me recuerda un cuadro de Sorolla: “¡Aún dicen que el pescado es caro!”. Desde 1894 que se pintó, podría seguir siendo el título del retrato hoy del sector primario que comparte los sinsabores del esfuerzo poco valorado. Como en la parábola evangélica de los vendimiadores parados (Mt:20, 1.16)
Albert Arrufat
Director del Stella Maris Castelló
Mateo: 20, 1.16
Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. 2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; 4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. 5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. 6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? 7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. 8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. 9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. 10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, 12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. 13 Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? 16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.