SADOMARKETING part II

SADOMARKETING part II

“Luigi…que parezca un accidente”.

Ahora, en este octubre del 1 dC (año 1 después del Covid) la llamada crisis de los contenedores, es decir, sus elevadísimos fletes y sus disfunciones operativas sigue sin atenuarse. Más aún, sigue en una imparable línea ascendente y ya amenaza claramente a las principales citas comerciales del mundo occidental que se avecinan con el Black Friday y las fiestas navideñas en cabeza que no van a tener garantizada la llegada de los productos.

Los analistas internacionales recurren constantemente a la frase de “la tormenta perfecta” para explicar esta situación. Varias de las causas tienen su origen en la pandemia, desde el inicial cierre de factorías en China a los subsecuentes cierres y bloqueos, dos meses más tarde, de servicios logísticos en Europa y USA y todo el tsunami de confinamientos de la población en los países occidentales. A las causas made in Covid19, se suman las black sailings (escalas canceladas), la ocupación excepcional de los medios de transporte por productos sanitarios de urgencia en la primera fase, el aumento de las compras de los importadores que alarmados por la fractura de stocks doblan sus compras para prevenir nuevas incidencias, el Ever Given y su bloqueo durante una semana del Canal de Suez, la sobrevenida lentitud de los mega-buques y la ya crónica escasez de equipos vacíos disponibles en los puertos de embarque que parece que han sido abducidos por indetectables agujeros negros logísticos (les llamaremos anti-hubs) y las fotogénicas congestiones de buques en los puertos californianos y asiáticos.

Las causas que están sobre la mesa son muchas y muy trabadas, por eso los reguladores transnacionales, los que se ocupan a nivel global de regular la competencia entre navieras y luchar contra los abusos en la manipulación de precios, no han hecho nada hasta fecha. Ni la poderosa FMC estadounidense, ni el siempre vigilante gobierno chino ni tampoco la CE y eso que están ante el mayor incremento continuado de los fletes de la historia. No es culpa de nadie, es “la tormenta perfecta”.

Ok, de acuerdo, seguro que es así, pero, hay un punto que rechina en nuestras cabezas, que hace daño a la vista; las principales navieras están teniendo ganancias estratosféricas, ¿superiores a la de las compañías eléctricas actualmente? Pues sí, superiores y bastante superiores, vamos, como nunca.

Si buscásemos una explicación en la literatura o en el cine, recordaríamos que en las novelas policíacas cuando los investigadores se encuentran delante de un crimen bien extraño y no saben por dónde empezar se centran en buscar quién se ha beneficiado del mismo o, también nos vendría a la mente la frase que, en las películas de gánsteres, pronuncia el capo mafioso cuando da la última instrucción al sicario que ha de eliminar a un personaje molesto “Luigi…que parezca un accidente”

Que los fletes estén alcanzando un nivel quince veces superior al que venía siendo normal en los últimos diez años y que ningún especialista se atreva a prever, a fecha de hoy, cuando se estabilizarán, no es culpa de nadie, es un accidente, una consecuencia más, por supuesto no deseada, del Covid19. Clarísimo, ¿no?

                                                                                                                                      MERCANTE