PELÍCULAS (CASI) DE BARCOS

PELÍCULAS (CASI) DE BARCOS

LA MIRADA DE ULISES (Ulysses`Gaze)

País- Grecia. Año- 1995. metraje- 176 minutos.

Dirección-Theo Angelopoulos. Guión- Tonino Guerra, Theo Angelopoulos y Petros Markaris

Producción de Grecia, Francia, Italia y Alemania que comprenden varias productoras de cine y televisión.

Reparto.- A(Harvey Keitel), 4 mujeres( Maia Morgenstern) S(Erland Josephson), Amigo (Giorgos Michalakopoulos)

Con el título inicial de To Vlemma tou Odyssea se da el primer giro de manivela de esta original y muy personal película, como siempre son las de este director. La he visto tres veces, primero en el cine y dos más en vídeo y DVD y siempre me ha atrapado por su lírica cinematográfica y el impacto del momento en plena guerra de los Balcanes.

Recalco lo de personal para lo que me sirve una anécdota previa al rodaje. Parece ser que Harvey Keitel cuando llegó al set, lo hizo acompañado de todo un equipo, como suelen hacer las estrellas de Hollywood, Angelopoulos, dada su forma austera de funcionar, le preguntó si había leído el guión que le había enviado, y le pidió que volviera sobre sus pasos, lo leyera y regresara al rodaje después. Keitel volvió, esta vez, solo, sin su “corte”, e hizo la película con una absoluta implicación en la historia y el personaje.

Es un film difícil, tanto para su creador como para el espectador. Para el protagonista es una búsqueda de sí mismo, en el devenir de su viaje que tiene por objeto encontrar las primeras películas, de hecho rollos, de los albores de la cinematografía griega que rodaron los hermanos Manakis a principios del siglo XX.

El personaje principal, A, es un cineasta griego, exiliado hace muchos años a Estados Unidos, que retorna a Grecia con la idea obsesiva de encontrar este tesoro perdido del que dispone de unas primeras pistas. Todo es muy complicado dado el escenario en que se mueve y la grave situación de los países balcánicos en guerra. De entrada reencuentra la Grecia clásica, que está por todas partes en forma de ruinas, piedras y estatuas y que le conecta con el viaje de Ulises en La Odisea. También lo hace con su propio pasado familiar, tanto en Grecia como posteriormente en Bucarest, y con el más reciente derrumbe del comunismo acentuado con las impresionantes imágenes de la escultura gigante de Lenin troceada y cargada en la barcaza por el Danubio, en la que hace una parte de su propio viaje. Atraviesa diversos paises como Albania, Macedonia, Bucarest en Rumanía, Belgrado en Serbia y, finalmente, Sarajevo en Bosnia. Para A es el viaje del eterno retorno personal e histórico.

No le importa a Angelopoulos rodar largos, a veces larguísimos, planos secuencia para mostrarnos su particular visión de la historia, ya que para él la vida está hecha de sucesivos planos secuencia, lejos del frenético cine actual saturado de, casi siempre, escenas muy cortas.

Resumiendo, La mirada de Ulises es una película a la vez un documento actual, histórico y sobre todo poético de uno de los últimos líricos que nos quedaban en el cine.

Para disfrutarla hay que tener paciencia, no tener prisa, las imágenes nos compensarán que es lo que a mi me sucede al verla. Gran interpretación de Harvey Keitel, a resaltar la de Erland Josephson gran actor de tantas películas de Bergman. A todas luces muy recomendable.

                                                                                                                                              Paco Dobaño