LAS PROFESIONES MARÍTIMAS Y EL ROL DE LOS ARMADORES
Faltan marinos.
Faltan marinos formados, sobre todo para embarcar de primeros oficiales y capitanes”. Hubo unanimidad en el diagnóstico por parte de los dos ponentes que intervinieron en la conferencia sobre Las profesiones marítimas y el papel de los armadores: Araiz Basurko, subdirectora de la Asociación de Navieros Españoles (Anave); y Alberto Tablón, director de operaciones de Oceanglobe, ambos capitanes de la marina mercante. La conferencia tuvo lugar ayer en el salón de actos de la Facultad de Náutica de Barcelona (FNB), organizada por la Asociación Catalana de Capitanes de la Marina Mercante, la Asociación de Jefes de Máquinas de la Marina Mercante de Barcelona y la propia FNB.
Araiz Basurko inició su intervención con un reconocimiento a la FNB, pionera en impartir cursos de especialización. Entrando en materia presentó las cifras que sostienen la importancia del transporte marítimo para la sociedad y la economía:
90% del comercio internacional de mercancías se transporta por mar.
2023: 12.324 millones de toneladas de mercancías transportadas, un 2,5% más que en 2022.
10 septiembre 2024: informe sobre la competitividad de la economía de la UE: Aumento exponencial de la demanda de transporte para 2050: pasajeros: + 79%; mercancías: +100%.
1 de enero de 2024· 64.953 buque mercantes (1.596 buques más que al inicio de 2023), que sumaban 1.494,4 millones de GT, un 3 9% más que en 2022.
Construcción naval (2023). 2.220 buques, contratados (+11,3% en tonelaje de peso muerto respecto a 2022).
A continuación desglosó con detalle la situación de la flota controlada por navieros españoles, por tipos de buques (petroleros, quimiqueros, portacontenedores…) y registro de matrícula: España, registro canario; segundos registros UE; y extracomunitarios. Destacó el descenso de la flota matriculada en España por las deficiencias comparativas con otros registros europeos: Portugal (Madeira), Chipre, Malta. Por su parte,
Alberto Tablón, en una presentación ceñida y luminosa, explicó como se constituye una naviera, las trabas administrativas a superar y los enormes costes de la operación. Atribuyó la responsabilidad de la falta de marinos a la imparable extensión de las banderas de conveniencia, cuya mayor ventaja para los armadores descansa en la falta de legislación que proteja los derechos de los tripulantes.
Contrapuso, para acabar, dos modelos de gestión de personal: el pasado y el nuevo modelo por el que apuesta Oceanglobe en su labor de gestor náutico.
Fue en el turno de preguntas posterior donde se escucharon las opiniones más interesantes, a mi juicio, de los asistentes y de los ponentes. Entraron en escena las subvenciones de la DGMM a las navieras, desde hace 14 años, para el embarque de agregados y alumnos; la necesaria reforma de algunos aspectos del registro canario para hacerlo tan atractivo como el registro de Madeira, por ejemplo, capaz de multiplicar por 14 el tonelaje registrado en los últimos diez años; los serios problemas que introduce en la gestión administrativa de la bandera española la dispersión normativa y competencial entre más de diez ministerios; derivado de ello, la ineludible obligación de crear un único ministerio de asuntos marítimos (o un organismo análogo); las carencias de las capitanías marítimas por falta de personal y serias deficiencias de coordinación.
Hubo mucha unanimidad en estos temas. Todos estuvieron de acuerdo: las navieras tienen problemas para encontrar marinos formados que puedan ejercer con garantías de primeros oficiales o capitanes.
Anotemos, para acabar, que la actuación de Víctor Rubio, secretario de la ACCMM, como introductor de los ponentes y de la propia conferencia, estuvo a la altura de su célebre ingenio.
Juan Zamora