ARGENTINOS UNIVERSALES

ARGENTINOS UNIVERSALES

Argentinos universales.

Ayer murió Maradona, un futbolista, y el mundo, espontáneamente, sinceramente, emotivamente, se llena con sus imágenes. Maradona tenía 60 años, demasiado joven en esta época en que la esperanza de vida es la más alta de la historia de la humanidad.

No es el único argentino universal que no llega a anciano. Eva Perón murió con 33 años, al Che Guevara “le murieron” con 39 años y Carlos Gardel dejó de cantar, para siempre, a los 44 años.

Podría parecer que ser argentino y tener reconocimiento mundial es perjudicial para la salud, pero no es así.

El gran Jorge Luis Borges alcanzó los 86 años y el creador de Mafalda, nuestro muy querido Quino, nos dejó, hace poquísimo, con 88 años.

Además, ¡arriba los ánimos! al papa Francisco, se le ve bien y con ganas de meterse en charcos, que, no lo olvidemos, puede ser un deporte de alto riesgo según donde se practique.

Hay otro nombre que también, en los 80, alcanzó grandísima resonancia mundial: el general Belgrano.

Belgrano fue un personaje extraordinario, incomprendido, olvidado por muchos y desconocido para el mundo. Una más de esas vibrantes personalidades que la independencia argentina catalizó y también devoró. A Belgrano se le atribuye la creación de la bandera azul y blanca de ese gran país.

Pero cuando su nombre acaparó las portadas de todos los noticiarios del mundo no fue por su persona si no por el hundimiento del crucero acorazado argentino de 10.800 tons de desplazamiento y 180 mts de eslora, que llevaba su nombre.

El General Belgrano fue torpedeado y hundido por un submarino atómico británico el 2 de mayo de 1982 en la llamada guerra de Las Malvinas. Era la primera vez que un submarino atómico hundía un buque de guerra en una acción bélica. Murieron 323 de sus 1093 tripulantes.

El 5 mayo, tres días después, el muy moderno destructor británico Sheffield (4820 tons de desplazamiento y 125 mts de eslora) fue mortalmente alcanzado por misiles argentinos disparados desde aviones. Sentó otro triste precedente porque, en curiosa alternancia, también era la primera vez que se hundía un buque de guerra con misiles lanzados por aviones. Murieron 21 de sus 287 tripulantes.

Total, 344 no-futuros, universalmente anónimos, que tampoco conocieron la vejez.

MERCANTE

PS. Falta Messi, claro. Pero es que a Messi hemos de guardarlo como oro en paño.